Lo que nos inspira: La Gran Entrevista a Pedro Gallego de Lerma y Yaiza González

Art Run Agency lanza una seríe de entrevistas a agentes claves del sector, que innovan, que arman iniciativas rompedoras para el sector y que son de inspiración para nosotras.

Empezamos con la entrevista a entrevista Pedro Gallego de Lerma y Yaiza González, de La Gran, galería de arte situada en Carabanchel, Madrid.
 

Pedro Gallego de Lerma, director de La Gran y Yaiza González, coordinadora de proyectos

Art Run Agency entrevista Pedro Gallego de Lerma y Yaiza González, de La Gran
 

1. Hola Pedro, me gustaría empezar preguntándote algo sobre ti. Sé que tu formación es como arquitecto. ¿De qué manera eso influencia tu trabajo como galerista?

Pedro: Sí, ejercí como arquitecto en mi propio estudio durante varios años y luego trabajé en el MUSAC, también como arquitecto. Esa experiencia, junto a mi relación cercana por motivos personales con el mundo del arte contemporáneo desde mediados de los 90, es crucial a la hora de enfrentarme con los proyectos expositivos. Me interesa trabajar con el espacio, cuidar mucho cada exposición desde ese punto de vista y planteármelas como un todo. Tratar de pensar que no acaban el día de su clausura sino que, como ocurre con los edificios, no puedes desvincularte de ellas porque son un eslabón en la larga cadena que es la carrera de cada artista. Y por supuesto en la vida de la galería.

2. En 2015 fundaste tu primera galería, La Gran, ¿De dónde surgió el nombre?

Pedro: En realidad la galería fundada en Valladolid en 2015 es una cierta evolución de la editora de objetos de artista que fundamos Marina Núñez y yo en 2010. Decidimos llamarla La Gran; y cuando en 2014 quebró y a partir de sus ruinas y del inmenso aprendizaje que me supuso, decidí fundar una galería de arte, el nombre estaba claro. Primero porque no me apetecía ponerle mi propio nombre: Galería Pedro Gallego de Lerma me parecía pretencioso y siempre he aspirado a compartir el proyecto con alguien; y segundo porque La Gran es sonoro y un poco paradójico para una galería que quiere huir de lo ampuloso.

Yaiza: Pero resulta que ahora bastante gente cree que La Gran (o Lagran) es tu apellido…

Obra de Laura López Balza Carrera, artista representada por La Gran 

3. ¿Bajo qué criterio seleccionáis vuestros y vuestras artistas? ¿A qué tipo de público se dirige La Gran?

Pedro: Desde otoño de 2019 estamos en Carabanchel, pero no ha habido un cambio de linea ni de artistas tras el traslado. Solo hemos hecho algunos fichajes nuevos y actualmente representamos y apoyamos la obra y la trayectoria de quince artistas (once de de los cuales son mujeres) interesados por la interacción de los fenómenos estéticos con sus contextos sociales o políticos: Marina Núñez, Enrique Marty, Ignacio Pérez-Jofre, Laura Salguero, Luis Pérez Calvo, Verónica Vicente, Laura López Balza, Elisa Terroba, Eva Díez, Josep Tornero, Mariajosé Gallardo, Moreno&Grau, Ana Teresa Barboza, Cristina Ramirez y María Acuyo. 

Con ellos y otros artistas como Paula Anta, Ella Littwitz, Rosalía Banet, Raúl Hevia o Jesús Zurita, hemos realizado  ya más de una veintena de exposiciones y asistimos a ferias como Estampa, ArteSantander, Pinta Miami, Art Marbella o JUSTMAD, pero ya no podemos incluir más artistas porque son más de los que podemos realmente atender de forma adecuada. 

Yaiza: Aunque sí realizamos proyectos con artistas que no están representados por la galería con el objetivo de crear nuevos diálogos con los que sí lo están, por nuestros intereses en sus trabajos y por la coherencia conceptual con el discurso del proyecto en cuestión. Un ejemplo de ello, fue la exposición “Arrancarse los ojos” donde contamos con Javier Rodríguez Pino y Elian Stolarsky además de Marina Núñez, Cristina Ramírez o Josep Tornero, que sí trabajan con nosotros. Ese proyecto, del que particularmente estamos orgullosos, es un ejemplo del tipo de artista cuya obra sabemos defender bien, a menudo desde lo crudo, lo carnal y lo perturbador: partiendo del concepto del terror como base para acotar uno de nuestros ámbitos principales de reflexión nos situamos en un espacio de resistencia crítica frente a la asepsia, lo delicado, lo meramente agradable al ojo, lo poco comprometido con los retos actuales o lo políticamente correcto.

Pedro: Respecto a nuestros visitantes, les pedimos un esfuerzo de apertura visual y mental a la hora de enfrentarse a las obras que proponemos. Queremos que se cuestionen conceptos universalmente aceptados como lo bello o que creen nuevos imaginarios desde otros posicionamientos. Las imágenes creadas por nuestros artistas a menudo quieren remover al espectador, agitarle, impactar en ellos para que tomen distancia de lo meramente formal o superficial, de lo dulcificado o afable. Nuestro deseo es ampliar su mente hacia nuevas formas de pensamiento, más relacionadas con la profundidad del concepto que trabajan en sus proyectos, como puede ser la hibridación con el entorno, la agencia histórica de las imágenes o la inquietante extrañeza de lo siniestro, por poner algunos ejemplos, que por los intereses matéricos o plásticos exclusivamente.

Yaiza: Nos encantan las personas que se enganchan al coleccionismo poco a poco. En muchas ocasiones nuestros compradores son personas que tienen que dejar de comprar unos zapatos, un bolso o sencillamente hacer un esfuerzo para comprar una obra. Nosotros queremos favorecer estos esfuerzos, y a través de proyectos o sistemas como poder pagar a plazos, hacer el arte mas accesible. Que pequeños coleccionistas, haciendo un esfuerzo económico, puedan adquirir e identificarse con las ideas que trabajan nuestros artistas es más gratificante que cualquier otra venta. 

Exposición de Ignacio Perez-Jofre, artista representado por La Gran

4. Si consideramos España, Madrid puede definirse como el centro del arte contemporáneo. La Gran surgió en Valladolid y ahora apuesta por Carabanchel, me da la impresión que tengas amor por no estar donde todo el mundo desea estar, en el centro. ¿Es cierto? Hay una razón específica por esto o han sido circunstancias ajenas?

Pedro: Una de las obsesiones que marca el inicio de La Gran como editora de objetos y después de la galería, primero en Valladolid y en la actualidad en Carabanchel (y no en el centro), es que me gustan particularmente los retos. Y junto a este, las dos sedes que ha tenido la galería también comparten que han sido espacios domésticos (el primero porque lo era y el segundo porque con su diseño se ha “domesticado” al incluir un apartamento en su interior) y con una idea muy clara de crear y plantear una cercanía directa con cada visitante. Hemos desarrollado un espacio que huye de lo aséptico. Tanto en Valladolid como en Carabanchel estamos físicamente situados en la entrada del espacio, recibiendo al público, y esto es un posicionamiento. No estamos escondidos tras una pared o en un despacho alejados del visitante; nos interesa recibirle y explicarle todas las exposiciones. Creemos en esta labor pedagógica como una cuestión vital en la creación de sensibilidad. 

Yaiza: Y respecto a Carabanchel, es un terreno casi virgen para las galerías. Con Sabrina Amrani primero y después con nosotros, con Corner o con Benveniste, se produce una descentralización del foco en Madrid. Nos movemos hacia el sur, cruzamos el río para buscar nuevos espacios y un nuevo modelo de galerismo que se abra más a otro tejido social. Nos interesa Carabanchel porque actualmente es el organismo de mayor producción cultural de toda la capital, con más de 300 estudios de artistas en la zona. Queremos tener un contacto directo con toda la escena del barrio, acercar nuestras propuestas artísticas a los vecinos, compartirlas con todos los artistas y poder crear sinergias con ellos a través de los recorridos que planteamos los días de puertas abiertas. Esta aproximación y descentralización de los modelos canónicos y tradicionales nos permite jugar creando nuevas visitas entre galerías, estudios de artistas, talleres de producción u otros espacios  de los llamados independientes. Modelos más flexibles generadores de nuevos visitantes. Personas que jamás se habían planteado comprar una obra de arte lo hacen al conocer todo el entramado real del barrio. Así, incrementamos la creación del pequeño y mediano coleccionista. 

Pedro: Pero contestando de manera más rotunda a tu pregunta: sí, no me gusta estar donde se me espera, sino donde nadie piensa que es esperable estar y por eso Carabanchel me sedujo. Y también porque tuve claro, y lo sigo teniendo, que tiene más futuro que pasado.

Obra de Cristina Ramírez Sailors, artista representada por La Gran

5. El sector del arte en España, parece parado en dinámicas tradicionales respecto a otros lugares en Europa ¿Creéis que abrir espacio para generar sinergias y colaboraciones entre agentes del sector y más allá, podría ser la clave para dinamizar y ampliar iniciativas enriquecedoras para el mundo del arte?

Pedro: Creemos que conformar redes es fundamental para crecer y nutrirnos de forma simultánea en el arte contemporáneo. Nuestra primera decisión de abrir en Carabanchel fue precisamente por fomentar una actuación de red. Desde la temporada 2019-2020 tenemos una colaboración con Espacio Líquido, galería que nación en Gijón en 2001. Desarrollamos varios proyectos en común y participamos en ferias bajo el nombre Espacio Líquido + La Gran en una alianza que busca visibilizar mejor nuestras propuestas, las de los artistas con los que trabajamos y las de otros agentes afines a nuestros intereses. Con el objetivo de evolucionar hacia un concepto más ambicioso, flexible y amplio que el que ambas galerías podemos aportar por separado. Y en Carabanchel hemos realizado colaboraciones con otros espacios, como “Carabanchel de Par en Par” con Benveniste Contemporary, Corner Gallery & Studio y talleres o estudios como Delirio, Carol Solar y Alfredo Monge, Eduardo Barco, El Grifo, Javier Erre y Erick Miraval, María Acuyo, Berta López, Aurora Duque, Lo Súper o Nave 6. 

Espacio Líquido + La Gran 

Yaiza: Es un nuevo tipo de recorrido que enriquece la vinculación entre los dos sectores, artistas y galeristas, y el propio visitante. También hemos participado en los recorridos de la reciente feria Obertura junto a Corner Gallery & Studio, Paloma de la Cruz o Ey Studio, entre otros. Nada nos gustaría más que esto siguiese multiplicándose y consigamos convivir con más artistas, galerías y agentes del sector en el mismo edificio.

Obra de Marina Nuñez, artista representada por La Gran

6. ¿Qué estrategias adoptasteis para hacer frente a las dificultades surgidas a raíz de la pandemia? Aparte de los efectos negativos para el sector, ¿hay algo que crees podemos salvar o algo que hemos aprendido en los últimos dos años?

Pedro: Durante la pandemia creamos un proyecto virtual, “Shop-F!”, una colección en constante crecimiento de obras y ediciones de arte exclusivamente realizadas por mujeres artistas y con precios por debajo de 800 euros. Aprovechamos la facilidad de acceso que da internet para romper las barreras que –reconozcámoslo– el sistema actual del arte aún pone, tanto a la difusión y comercialización del trabajo de las mujeres artistas, como al acercamiento hacia quienes tradicionalmente han sido excluidos de él. Todas las obras a la venta en nuestro proyecto están acompañadas por un texto accesible que, sin caer en banalizaciones, contextualiza el trabajo y contribuye a hacerlo más tangible y cercano; y el hecho de publicar los precios también redundará en una transparencia que creemos facilitará esa aproximación.  Y para derribar otra barrera vamos a pedir a las artistas de mayor proyección –y por tanto mayor precio– con las que contemos, que desarrollen ediciones específicas que podremos lanzar a precios mucho más accesibles. 

Nuestro compromiso continúa desde 2015, ya como galería que en la actualidad representa el trabajo de un total de 11 mujeres artistas. Nuestro interés por las líneas de investigación de sus trabajos participa con total coherencia con la línea discursiva y formal de la galería. Y siguiendo estos pasos, junto a nuestra preocupación por la desigualdad y discriminación que aún sufren las creadoras en el mercado actual, creemos necesario movilizar e incentivar nuevas propuestas con perspectiva de género. Nuestra apuesta por visibilizar el trabajo de las artistas empezó con la propia creación en 2011 de La Gran como editora de objetos realizados por artistas. En ese período, la mayoría de producciones son de mujeres. Ese compromiso continuó con proyectos como MUJER.NODO (www.lagran.eu/mujernodo) que ahora nos va a servir de referente y que durante 2013 y 2014 desarrolló una red que generaba un contenido discursivo que partía de las mujeres artistas de manera igualitaria, les daba voz y suponía un nuevo referente que queríamos que permaneciera en el imaginario de todos. A pesar de que ya no tiene web propia, MUJER.NODO, que contó con Diana Larrea, Yolanda Domínguez, Sandra Paula Fernández, Tamara Arroyo, Rosana Antolí o Rosalía Banet, entre otras, es uno de los espacios de nuestra web más consultados seis años después de su clausura por no poder financiarlo.

Yaiza: Durante la pandemia se prometieron muchos cambios, respecto a nuestras relaciones afectivas, nuestra relación con el medio, con los animales y con el medio tecnológico, no obstante, las transformaciones siempre son lentas y lo que sí hemos sacado en claro es que lo virtual no sustituye lo real. Teniendo en cuenta que una de las principales funciones de la galería que defendemos es el acercamiento y la creación de sensibilidad, como no podría ser de otra manera, necesitamos del mundo sensible para poder desarrollarlo. No podemos quedarnos en este espacio de lo digital, de la frialdad del distanciamiento físico, que muchos confundieron con un distanciamiento social. 

7. ¿Qué objetivos tenéis para La Gran y sus artistas para el futuro?

Yaiza y Pedro: La Gran es una galería pequeña que aspira a seguir siendo pequeña. Ambos queremos seguir haciendo un poco de todo en ella, no perder el control del día a día. 

Nuestro objetivo principal es ir poco a poco estando a la altura de los artistas que han confiado en nosotros para representarles y no defraudar esa confianza. Para que tanto ellos como nosotros podamos vivir (que no sobrevivir) de lo que tanto nos apasiona hacer.

Junto a eso, obviamente nos interesa –para nuestros artistas y para nosotros– fomentar nuestra proyección, nacional e internacionalmente. Y ser respetados por las instituciones y por los medios. Y también, claro, que los artistas y su galería nos podamos convertir, de alguna manera, en referentes para otros artistas o proyectos galerísticos más jóvenes. Como para nosotros son referentes algunas galerías, muchas de nuestra generación, de las que no paramos de aprender, e incluso de copiar ideas.

Y solo se nos ocurre una forma de hacerlo: trabajando, escuchando y aprendiendo.

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